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dissabte, 14 de maig del 2011

Estiuejar















El filòsof alemany Wilhem Schmid ha publicat un assaig titulat "La felicitat: tot el que ha de saber sobre això i per què no és el més important a la vida". La recerca de la felicitat és quelcom que obsessiona amb més o menys intensitat a la majoria dels éssers humans, sigui quina sigui la seva condició o origen.

L'assaig de Schmid és interessant perquè formula d'una manera molt clara una cosa que està en la ment de moltes persones -de moltíssimes, diria jo- d'una manera difusa i inconcreta: que la felicitat, per ser plena i tenir sentit, ha d'incloure de alguna manera la infelicitat. Perquè, encara que tots sabem en el fons que si visquéssim una felicitat plena en tots els moments de la vida, aquesta de sobte se'ns semblaria no desitjable i aniríem darrere d'una altra cosa, no podem sinó fer tot el possible (medicaments, teràpies, esforços) per fer desaparèixer tot el que ens causa dolor, tristesa i infelicitat. El debat que obre Schmid és, d'una manera molt simplificada, com aconseguir que els lògics i inevitables vaivens de l'existència -malalties, ruptures, pèrdua dels éssers estimats, etcètera- no ens causin una infelicitat insuperable i no ens submergeixin en una malenconia profunda que ens impedeixi gaudir de les brins de felicitat que la vida ens ofereix al costat dels sense sabors. En paraules de Schmid, "la millor premissa per a això és admetre per principi que l'altra part de la vida, la infelicitat, té dret a existir".

I, no obstant, també hi ha molta gent amb una predisposició genètica per a la felicitat. Tots coneixem a algú que té sempre el somriure a la cara i que és capaç de contar les més grans desgràcies com si fossin anècdotes sense importància. Es com per sentir una enveja sense límits per aquestes persones.

Una vegada vaig sentir en una conversa un comentari que se'm va quedar gravat. Parlant d'un conegut, algú va dir: "Aquest ha vingut a la vida a estiuejar". Des de llavors sempre m'imagino a aquesta raça de perpetus estiuejants, vestits incongruentment d'estiu però calçats amb patins de gel, lliscant al ritme d'un vals d'Offenbach, sobre la fràgil superfície de la vida, mentre sota la capa de gel, els altres, pobres éssers malenconiosos i preocupats, tremolant de fred, ens debatem en silenci entre la por i l'esperança, mentre paguem els plats trencats de la vida dels altres, que continuen patinant feliços, totalment aliens al que passa sota els seus peus.

(Adaptació d'un text de Isabel Coixet, directora de cinema)

diumenge, 8 de maig del 2011

Ríe y el mundo reirá contigo. Llora y llorarás solo.



El film ganó el premio del jurado en el Festival de Cannes de 2004, impulsado por un entusiasmado Tarantino. La cinta recorrió festivales por todo el mundo ganando adeptos allí donde se proyectaba, hasta que llegó a la pasada edición del festval catalán, donde se alzó con el gran premio del jurado.

El film es una maravilla visual que mezcla magistralmente violencia, humor y dramatismo en cantidades perfectamente dosificadas por Chan-wook, que ha sido comparado en multitud de ocasiones con el director norteamericano David Fincher. El relato cuenta con una complejidad en el uso de la cámara paralela a su enrevesada estructura argumental. El film está repleto de momentos inolvidables para nuestra retina, dando la sensación de que cada secuencia, cada plano tiene la intención de sorprendernos, creando un conjunto final formidable. Al terminar el visionado uno tiene la sensación de no haber estado jamás ante semejante espectáculo visual. Pero ojo, el film no se basa únicamente en su preciosismo formal, el argumento es digno de mención debido a su perfecto encaje final, en este complicado y perfecto puzzle que es OLDBOY.



Las interpretaciones de Min-sik Choi como Oh Dae-su, el tipo que ha sido encerrado durante 15 años en una habitación sin saber el motivo, Yu Ji-Tae como el puede que no tan malvado Lee Woo-jin y de Kang Hye-jeong como la bella e ingenua Mi-do, de la que es imposible no enamorarse, forman un triángulo narrativo impresionante, donde el amor, la venganza, el destino y el paso del tiempo adoptan también un papel importante en la trama. La dirección artística es digna de mención (atención a los detalles como los colores de las cajas o la habitación donde está encerrado Oh Dae-su), pero sobretodo, tras el visionado de la película de Chan-wook, aparte de un puñado de momentos desgarradores, lo que permanece danzante en la mente del incauto espectador es la magistral pieza musical del también surcoreano Jo Yeong-wook, que desde el primer plano te agarra y te lleva de la mano a lo largo de la película, sin un tema musical concreto y cuyo climax final se produce con el genial tema "The last Waltz" que hará saltar las lágrimas a mas de uno. Las notas de este músico configuran la banda sonora de la película, como una de las mejores que se han oído en los últimos tiempos, si no la mejor.



El film, es la segunda parte de la llamada "Trilogía de la venganza", que completan Simpathy for Mr. Vegeance y la aun inédita Simpathy por Lady Vegeance. OLDBOY se estrenó con tan solo 5 copias en todo el país, clara muestra de la ignorancia, estupidez y falta de confianza en una película como OLDBOY, una obra maestra, una película que emana magia por todos los poros, un film que es... puro cine. Hace poco leí que en EE.UU ya se estaba preparando el irremediable remake, con Nicolas Cage como protagonista, hecho triste e inncesesario que demuestra cual es el cancer del septimo arte en los últimos añós, la falta de ideas.

Y perdonen tanto entusiasmo, pero es que cuando a uno le da con una película... vayan a verla, están tardando. Y si es posible intenten no dejarse influenciar por aquellos que no ven más allá de sus narices.

(by Dani Lebowski:  http://danilebowski.blogspot.com)



dilluns, 2 de maig del 2011

Mi trabajo es gratis, el tuyo no.




















Pues si. Cansado estoy de nuevo, como siempre. No es la primera amistad que he perdido por culpa de ser informático, ni será la última. Aunque ya no suelo hacer de "Pringao Informático" a veces hago excepciones con algunas personas que son muy buenos amigos, familiares o VIPS.

Eso me pasó. Hace dos semanas vino un muy buen amigo porque el PC le fallaba. Se le reiniciaba solo. Después de muchas pruebas encontré que el problema estaba en un módulo de memoria RAM. Eso ya lleva sus buenas tres o cuatro horas. Haciendo "test mem" y trabajando con un módulo sólo hasta encontrar el fallo.

Una vez encontrado el fallo le instalé de cero Windows 7 (él tenía Windows XP). Así que una instalación de cero de Windows 7 (cuando yo siempre intento instalar GNU/Linux). Y luego instalar todo el software necesario: Flash para los vídeos de Youtube, codecs de audio y vídeo, compresores, descompresores (7Zip), Antivirus (AVG Free), Suite Ofimática (Open Office), etc, etc. Con todo el tiempo que conlleva descargar e instalar el software (cuenta otras tres o cuatro horas que hay que sumar a las anteriores).

Le entrego el PC y cuando llega a su casa resulta que el sonido no funciona. Su tarjeta de sonido no es compatible con Windows 7. Yo al no poner audio no me dí cuenta del problema. Así que le consigo una tarjeta Sound Blaster live 5.1 de 128 bits. Se la doy para que él mismo la instale. La instala pero le pide los drivers. Le envío los drivers por correo... En fin.. trabajo gratuito. No le cobré absolutamente NADA.

Y esta semana soy yo el que necesita sus servicios. Él trabaja de instalador de pladur. Yo necesito poner unos 80m2 de pladur en mi piso. Compro el pladur, la cinta, la masilla, todo lo necesario. Lo llamo para preguntarle precio pensando que me iba a hacer un precio "AMIGO". Además de por ser buenos amigos porque hace dos semanas yo le ayudé a él sin cobrar nada.

Le digo que yo tengo TODO el material. Que sólo es venir y ponerlo. No tiene que comprar ni pladur ni subirlo, NADA. Total que me dice que él cobra 12€ el metro cuadrado. Pero a mí, por ser "amigo" me lo deja a 10€ el metro cuadrado. 80m2 por 10€ el metro cuadrado: 800€. Dos o tres días de trabajo, sin tener que desembolsar nada (no tiene ningún gasto por su parte, yo le pongo todo el material) y me cobra 800€ !!!! (precio amigo).

Casos así son los que luego hacen que me comporte como un hijo de puta cuando alguien me pide soporte técnico gratuito. Pero la culpa no es suya. El tonto soy yo por no valorar mi trabajo.

¿Mi trabajo no vale dinero? No me gano yo la vida en esta rama laboral? ¿Qué diferencia hay entre sus horas de trabajo y las mías?

-anónimo-